Se llevó un operativo a una chanchería que funcionaba clandestinamente en el Asentamiento Humano Sarita Colina en el Callao, en el lugar se encontraron numerosos huesos de caballos, los cuales presuntamente indicarían que en dicho recinto se sacrificaban estos animales para poder comercializar su carne. Voz Callao pudo comprobar las condiciones en que trabajaban en este lugar, las cuales eran realmente alarmantes, sin las medidas de saneamiento adecuadas. Además de los restos de caballo, se hallaron cuernos de toro y a unos nueve cachorros que se encontraban debajo de algunos escombros en medio del terral. Había una gran cantidad de perros los cuales se alimentaban de la carne descompuesta que podían encontrar.
En dicho operativo, liderado por la Municipalidad del Callao, participaron la Policía Nacional, la Policía Fiscal, La Gerencia del Medio ambiente, la Gerencia de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil, quienes llegaron hasta el lugar acompañados de la maquinaria necesaria para poder limpiar toda la zona de las maderas y trozos de cartón que habían sido improvisados como pequeños corrales para los chanchos.
“Hemos encontrado, en esta zona adyacente al río, un portón que impide el paso en plena vía pública, la cual no puede ser cerrada según la ley, salvo previa autorización. La ley estipula que no se debe ocupar terreno a menos de tres metros cerca al rió. Es posible que por el Fenómeno del Niño las aguas crezcan. Cabe indicar que aquí se han cometido no solo delito ambiental sino también delito contra la salud pública”, señaló el gerente de Desarrollo Económico Local y Comercialización, Doyle Acosta.
Por otro lado, los trabajadores de esta chanchería increparon a las autoridades por no avisar con anticipación la realización de esta intervención, además se quejaron que no es posible que se tome una medida tan drástica como la clausura de esta chanchería sin antes recibir una notificación. Cabe recordar que este negocio no contaba con la autorización debida, además que su cercanía al rió lo hace imposible de funcionar.
Por: Hernán Medrano y Paola Pacherres